8 de mayo de 2008

Proyecto de declaración frente al conflicto del campo (sin tatamiento) - 26/03

Expte. 0288/L/08

LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DE CORDOBA
RESUELVE:


1. Repudiar el discurso arrogante y provocador de la Presidenta Cristina de Kirchner pronunciado el pasado 25 del corriente, el cual instala falsas antinomias para ocultar el fracaso de su política económica.

2. Repudiar la acción de las patotas lideradas por Moyano y D’Elía que actuaron en contra de quienes manifestaban su descontento con la política del gobierno.

3. Promover la adopción de un programa de fondo que incluya: la reforma tributaria basada en fuertes impuestos a los que más tienen, terratenientes, pools de siembra, grupos financieros, etc; reforma agraria y nacionalización del comercio exterior, ni un peso más al pago de la deuda externa.

4. Llamar a la más amplia movilización y deliberación de los trabajadores junto a los pequeños productores en defensa de los intereses de los sectores populares y en contra del trabajo en negro, las suspensiones, los techos salariales, el desabastecimiento, la especulación y las posibles negociaciones a puertas cerradas.

FUNDAMENTOS

Sr. Presidente:

El discurso de la Presidenta de la Nación, ha dejado en claro el fracaso de su política económica, que no garantiza el trabajo y el alimento al pueblo argentino, que sigue favoreciendo a los grandes grupos concentradores, las privatizadas y la banca internacional.

El pueblo trabajador, ha sido directamente perjudicado por las últimas medidas de gobierno, que han conducido al desabastecimiento, al descontrol de precios, favoreciendo a los especuladores, pero que además, hoy se traduce en suspensiones en las fábricas por falta de insumos.

Decimos que las últimas medidas de gobierno favorecen a los grandes grupos concentradores por que aniquilan al pequeño productor, el cual termina cediendo todo al grande. Estos grupos concentrados son los responsables de que los precios de los alimentos estén por las nubes, mientras diariamente esquilman al pequeño productor.

El aumento de las retenciones a la soja y el girasol provocó el conflicto rural más importante los últimos treinta años. El gobierno dice que es un “paro de la oligarquía” pero los pequeños productores son mayoría en los cortes y manifestaciones.

Es necesario clarificar el conflicto, la Sociedad Rural una de las entidades convocantes del paro, representa efectivamente a los grandes terratenientes, tienen un pasado de apoyo a las nefastas dictaduras, y su consigna central es “no a las retenciones”.

La realidad es que esta consigna no le sirve al pequeño productor que seguirá sufriendo la concentración. En ese sentido, poner en el centro sus intereses y los intereses del país, significa avanzar en un programa que contemple cambios profundos.

Un programa que dé una salida a la crisis implica una reforma agraria que expropie a la oligarquía terrateniente, los nuevos capitalistas del campo (los agro-bussines) y a los grupos agrícolas financieros (pooles de siembra), así como a los grandes monopolios aceiteros, cerealeros y frigoríficos. Fomentando el desarrollo de los pequeños productores que exploten en forma directa la tierra con créditos accesibles, viviendas, maquinaria, fertilizantes y semillas. Estatizando la producción de semillas y fertilizantes.

Hay que nacionalizar el comercio exterior para planificar los cupos de exportación, controlar los precios y dedicar las divisas obtenidas para resolver las urgentes necesidades populares, desarrollo de infraestructura y mejorar las condiciones de vida de los habitantes de los pueblos del interior.

Hay que garantizar el abastecimiento y el no aumento de precios de la canasta familiar, aplicando la ley de abastecimiento a los grandes frigoríficos, supermercados y monopolios de la alimentación.

Hay que terminar con la explotación de los trabajadores rurales, incorporándolos a la ley de contrato de trabajo, hoy excluídos por una ley de la época de la dictadura, blanqueándolos inmediatamente, terminando con la tercerización y garantizándoles un salario igual a la canasta familiar.

Estas medidas no se van a lograr si no es con el compromiso y la participación, por eso convocamos a la movilización para instalar la discusión sobre este programa. El llamado al diálogo, sin especificar “quienes”, “como” y “para que”, significa reunir a no-representantes, hoy superados por las bases, a través de la lucha de auto-convocados, con intereses concretos, que van más allá de la discusión de una carga fiscal injusta.

Es necesario solidarizarse con la situación de los miles cuyos derechos han sido vulnerados y que hoy (como ya es costumbre), sufren el acoso de las patotas al servicio del gobierno, pero que en realidad, están al servicio de mantener la situación de los privilegiados de este modelo, las privatizadas y los subsidios, y todo el ajuste necesario para el pago de la deuda externa.

Por estas y otras razones, y las que expondremos al momento de su tratamiento es que solicitamos la aprobación del presente Proyecto de Resolución.