Contra los intereses de Córdoba
De la Sota y Juez vuelven a estar juntos, como en los tiempos de Menem.
Sus diputados votan de la misma forma en la Legislatura y en el Congreso.
Dicen que defienden los intereses de Córdoba.
¡Desde cuándo!
Defienden a los Urquía y el pulpo Aceitera General Deheza, a Grobocopatel y 300 capitalistas más, que son los que se quedan con la parte del león del "boom" de la soja.
Los trabajadores rurales, en cambio, ganan unos mil pesos por mes, un 70% trabaja en negro y los cosechadores se hacinan en vagones o casuchas.
Los campesinos del norte cordobés han sido expulsados de sus tierras.
Avanzan los desmontes, las fumigaciones y el uso de pesticidas tóxicos.
Hay 36 pueblos rurales cordobeses en vías de extinción en zonas dedicadas al cultivo de granos.
Juez y De la Sota no defienden el federalismo, porque sus diputados apoyan el pago de la deuda externa que ejecuta el gobierno central.
Estos falsos enemigos están juntos en el gigantesco negociado del impuesto inmobiliario rural, que se calcula sobre el valor fiscal de la tierra, que es apenas el 2% del precio de venta.
¡Solamente con la actualización de este impuesto a los latifundios financiarían todos los gastos sociales de Córdoba!
Esta pareja del gato y el ratón se aprestan a rebajar, por medio de Schiaretti, las futuras y las actuales jubilaciones y a destruir la caja de la provincia para ajustarse a las exigencias de Kirchner y de los planes del Banco Mundial.
La gran lección de la crisis del campo es haber destruido la mentira de una polarización entre estos dos charlatanes y arribistas de la política de nuestra provincia.
Invitamos a los trabajadores de Córdoba a deliberar sobre la situación que se ha creado, para que podamos actuar en función de los intereses nacionales y no de dos bandos capitalistas dispuestos a destruir a la Argentina para hacer prevalecer sus intereses.
Por ello lanzamos una campaña por una gran asamblea obrera y popular en Córdoba, barrio por barrio, y en cada lugar de trabajo y de estudio.
Basta de desgobiernos patronales, contra cualquier golpe o autogolpe, por una deliberación obrera y popular, por una alternativa obrera y socialista.