Después de los actos de Palermo y de Congreso, queda claro que el gobierno es incapaz de derrotar la ofensiva política de la derecha agraria. Mientras que la clase media rural se movilizó masivamente tras los discursos reaccionarios de De Angelis, Buzzi y Miguens, el kirchnerismo fracasó en atraer a los trabajadores a su acto. Es que los Kirchner no tienen nada que ofrecerle a la clase obrera, tampoco una salida popular a la actual crisis nacional. En estos ciento veinte días, fueron impotentes frente al desabastecimiento y a la carestía impuestos por los monopolios agrarios y alimenticios. Si la clase obrera y sus aspiraciones estuvieron ausentes en Palermo, también lo estuvieron en Congreso. La jornada de hoy enseña que la escalada de la patronal derechista exige una política y un programa de transformación social, algo que está muy lejos del inmovilismo del gobierno.
Néstor Pitrola - Marcelo Ramal