12 de diciembre de 2008

Acerca de la llamada "Reforma Política"

Posición del Partido Obrero de Córdoba ante la Reforma Política aprobada recientemente por la Legislatura Unicameral a instancias del gobierno provincial.

Se transcribe a continuación la intervención de Eduardo Salas en la respectiva Audiencia Pública, realizada el día 24 de noviembre de 2008:

“Buenas tardes.

“Por una cuestión de tiempo, voy a referirme a los proyectos que tienen mayores posibilidades de avanzar en el recinto como resultado de correlación de fuerzas existentes. Digo esto porque como se ha llevado a debate el conjunto de los proyectos, no voy a poder emitir opinión sobre todos ellos.

“¿Cómo debiéramos medir la consecuencia o el éxito de la reforma político-electoral que se está proponiendo? Creo que la medida tiene que ser si se logra resolver una convicción que está instalada en la población, en el sentido de que los procesos electorales –no me refiero exclusivamente al último de la Provincia–, en general son amañados con carácter fraudulento y, por lo tanto, tienen una serie de condicionamientos, manipulaciones, etcétera. Como evidentemente la pretensión de una reforma electoral responde a atender a esta sensación que existe, debiéramos medir si lo que se propone resuelve o no este problema.

“En términos más generales, creo que también es un examen –incluso, después voy a explayarme sobre las medidas que aparecen como positivas–, tomando en cuenta que se cumplieron 25 años del retorno a los regímenes constitucionales, llamado ‘retorno a la democracia’, expresión que considero muy pretenciosa. Después de 25 años hay que evaluar si se va avanzando o se va retrocediendo. Vamos a tomar un hecho que aparece como positivo en la reforma, por ejemplo, el establecimiento de una boleta única. Sobre todo para los partidos que no logran tener fiscales en todas las mesas, es casi un alivio, que termina con esto del robo de boletas -nosotros hemos llegado a tener hasta la confirmación de algunos jueces electorales, no de Córdoba-, de que no aparecen las boletas de los partidos llamados ‘chicos’.

“Sin embargo, no se ha logrado -en 25 años de regímenes constitucionales- que el derecho a tener las banderas, los símbolos y las boletas propias pueda sostenerse. Hemos tenido que apelar a un mal menor –es el problema de una boleta única- en lugar de avanzar en un proceso, demostrar las ideas, plantearlas, exponerlas abiertamente y desplegarlas incluso en el cuarto oscuro; hemos tenido que apelar a este método para evitar un mal que parece mayor.

“De todas maneras, sobre la propuesta de la boleta quiero hacer un señalamiento: me parece que el hecho de que aparezca en forma más destacada un recuadro para votar por toda la lista completa es una inducción a hacerlo, desde el punto de vista gráfico, y creo que debe ser corregido.

“El otro problema, creo que en este caso es un aspecto negativo, tiene que ver con la pretensión de llevar el porcentaje del piso electoral para la permanencia de los partidos políticos al 4 por ciento en 2 elecciones consecutivas. En primer lugar, creo que es anticonstitucional porque la propia Constitución provincial garantiza a partidos que no llegan al 2 por ciento de los votos, la posibilidad de tener una representación parlamentaria. Entonces, podríamos tener partidos con representación parlamentaria que no existen en términos jurídico electorales. Por otro lado, creo que el problema más negativo, más reaccionario, es que se llevaría al conjunto de los partidos políticos a tratar de agruparse en otros si no alcanzan el piso electoral. Es decir, en lugar de avanzar en las ideas tendríamos que tratar de limitarlas para poder llegar a acuerdos.

“Creo que con esto se pretende algo que no va a resultar; los partidos se están disgregando y me parece que no los van a lograr contener con esto, porque la disgregación responde a problemas más profundos. Me parece que con esta medida lo único que se va a lograr es este efecto negativo que debiera tenerse en cuenta, porque después de 25 años –y lo digo en general por la situación que vivimos en la Argentina y en el mundo, donde en lugar de avanzar, retrocedemos, y nos encontramos en una de las crisis más profundas– habría que apelar fuertemente a las ideas que no avanzaron en el terreno electoral, y no las que lograron ganar en el terreno electoral, teniendo gobiernos y todo lo demás, cuando el resultado está a la vista.

“Me parece que en este sentido es reaccionario para el propio desarrollo del conjunto de la sociedad. Por lo tanto, rechazamos esta pretensión de llevar al 4 por ciento este piso, porque creemos que no corresponde bajo ningún punto de vista.

“El otro problema es el siguiente: vemos en la reforma un hecho que para nosotros es auspicioso, porque con la compañera Olivero, en la campaña electoral del 2002, nos hartamos de reclamar que se eliminara la sumatoria de votos. Nos hemos cansado de decirlo; de esto nos sentimos dueños, porque ahora todos lo ponen en sus proyectos, pero abusaron. Y no me refiero solamente al partido de Gobierno que llevó una sumatoria con los mismos candidatos; hubo –a nuestro entender- casos peores como llevar sumatoria con distintos candidatos, con lo cual se arrastraba bajo la figura de una persona a distintos carreristas políticos. Esto es profundamente negativo y en este sentido -discúlpenme si es un problema de soberbia- nos lo adjudicamos como una victoria, porque junto con la compañera Olivero fuimos a fondo para denunciar esta ley de lemas encubierta. Consideramos que la sumatoria de votos debe ser eliminada.

“Hay un aspecto que se contempla parcialmente que, para mí, es el centro del problema para saber si terminamos o no con el fraude y la manipulación. Se mantiene intacto y casi se legaliza, diría yo, lo que también denunciamos con la compañera Olivero muy fuertemente en la campaña electoral, la manipulación del electorado a través de los medios de comunicación. Porque ustedes saben que los medios de comunicación juegan un papel decisivo; la ley introduce el reparto de espacios políticos pero lo hace de una forma totalmente discriminatoria a favor de los partidos que concentran el poder en diversas formas, no solamente provincial, municipal, etcétera, y entonces, desde este punto de vista, volvemos a repetir el problema: se coloca lo del 4 por ciento, un reparto discriminatorio cuando lo que corresponde es apelar a las ideas porque se les quemaron todos los papeles, y se les quemaron a todos, desde Fukuyama para adelante y para atrás.

“En realidad, lo que habría que hacer es abrir los medios de comunicación, repartir en forma igual los espacios oficiales e incluso establecer un contralor para que en los espacios que no son del Estado también haya un acceso igualitario, que no se pase la vergüenza que se pasó cuando tuvimos que llegar incluso hasta el INADI y a la presentación de un amparo un mes y pico antes de las elecciones, a raíz de un debate televisivo en el cual ya se le decía a la población que sólo tres personas podían ganar porque las encuestas decían que tenían la superioridad del voto. Lógicamente, después el voto corrobora parte de las encuestas y el mecanismo perverso, de perfidia, está armado desde antes, es la profecía anunciada, se hizo todo para que suceda eso. Se manipularon los medios, etcétera, y después, lógicamente, se indujo al electorado. Esto está mal contemplado en la ley, incluso lo legaliza.

“Desde ese punto de vista, si esto no se resuelve, la pretensión de introducir y cambiar el objetivo que planteaba al principio respecto de ver si terminamos con la manipulación, el fraude y todo lo demás, no se conseguirá.

“Quiero señalar dos cosas más, que aunque no están en el proyecto oficial, me preocupan enormemente. Nosotros somos contrarios al ballotage, consideramos que el ballotage es una imposición bruta al electorado, al cual se le dice 15 días después de votar que tiene que cambiar de opinión; si alguien votó un día una cosa, 15 días después seguirá votando lo mismo; se lo obliga a que cambie, que si votó por uno cambie su voto, un aspecto coercitivo sobre la población.

“Se dice que la virtud de este mecanismo es que crea gobiernos fuertes y con consenso; estamos en contra de cualquier gobierno fuerte y con consenso creado de esta manera. Los gobiernos gobiernan con el consenso que les dio la soberanía en las urnas y se acabó. Si ese consenso es débil, tendrá que ganarse de alguna manera un consenso más fuerte y, si no, la población tendrá que actuar en función del consenso débil. Manipular al electorado obligándolo a cambiar el voto nos parece desde todo punto de vista, un acto brutal y despótico que no apoyamos.

“Tampoco apoyamos la introducción de una Cámara de Senadores en la Provincia. Si hubiera que opinar sobre el tema, seríamos partidarios de una Unicameral sin representación de tipo departamental, etcétera, e incluso con una mayor representación; es decir, con más legisladores.

“Pero no es éste el tema que está en discusión, porque nosotros vemos que en varios proyectos se pretende volver de nuevo al Senado; estamos en contra del Senado porque no responde a la realidad de un Estado federativo que requiere de un Senado para igualar a las provincias pobres o menos pobladas con las ricas o más pobladas en algún grado de decisión. Un senado provincial, ¿qué significaría? Igualar a los departamentos pobres con los departamentos ricos y luego, dentro de los departamentos pobres, a las ciudades más ricas con las ciudades más pobres. Es decir, no tiene sentido. Terminaríamos dividiendo de forma tal que la propia organización jurídica de la Provincia concluiría. Creemos que con eso llegaríamos a despedazar la realidad de que la Provincia es un Estado unitario. En ese sentido nos oponemos.

“Por último, la viabilidad de los diversos proyectos en curso y todo lo demás, lógicamente no tiene solamente que ver con una serie de medidas legales o legítimas sino, fundamentalmente, con una correlación de fuerzas, que está dada por intereses sociales, económicos y políticos. Nosotros propiciamos, desde ese punto de vista, los intereses sociales de la clase trabajadora, que no vemos representados en ninguno de estos proyectos que he analizado.

Muchas gracias”.