11 de diciembre de 2008

Frente a la cuestión impositiva provincial

Con el marco de una crisis capitalista mundial en pleno desarrollo, consideramos sumamente oportuno dar a conocer la posición del Partido Obrero de Córdoba ante la cuestión impositiva, transcribiendo la intervención de Eduardo Salas en la Audiencia Pública del pasado 4 de agosto referida a la reforma del Código Tributario provincial:

“Buenas tardes.

Deseo manifestar que tenemos una oposición a esta reforma basada en el hecho de que se trata de un impuesto al consumo que tiene consecuencias graves. Si uno saca la cuenta, los salarios tienen una retención fija del 21 por ciento del IVA, la retención fija de los Ingresos Brutos, la retención fija del Impuesto Inmobiliario a la Vivienda Única, tienen la retención fija de tasas; es decir que, más o menos, el 35 por ciento de los salarios se van en erogaciones que van a parar al Estado.

Por lo tanto, todo impuesto que sea un impuesto al consumo es confiscatorio, lo que no sucede, por ejemplo, con el Impuesto a las ganancias sobre capital, porque toda ganancia implica un plusvalor, por lo que si pusiéramos un impuesto del 90 por ciento a la ganancia podríamos decir que es un impuesto excesivo, pero así y todo quedaría un plusvalor. En cambio, respecto del impuesto al salario, tenemos que el salario no es un plus valor, sino que es lo que se requiere -de acuerdo a determinadas condiciones históricas- para reproducir la mano de obra. Si nosotros “metemos mano” al salario estamos condicionando esa reproducción; por otro lado tiene un costo sobre el conjunto de Economía. En cambio, si lo hacemos sobre la ganancia del capital, aunque quedara poco o fuera excesivo, siempre quedaría un plusvalor. Con esto se hace una política que termina siendo negativa, es el perro que se muerde la cola, nunca se resuelve el problema, por el contrario, se agrava.

Otro problema es que existen fuertes exenciones. Están aquellas que han sido causa de arduos debates en esta Legislatura, como son el acuerdo con las industrias automotrices e informáticas, relacionadas con el tema de aportar trabajo. Todos sabemos que si las industrias metalmecánicas se instalan en la Provincia es porque tienen beneficios competitivos muy fuertes relacionados con la devaluación: salarios y costos baratos. Esto es mucha plata para la Provincia.

También está el problema del campo, sacando la cuenta el Gobierno tiene presupuestado no más de 7 pesos la hectárea al año, cuando tendrían que aportar entre 3.000 y 4.000 millones de pesos en concepto de Impuesto Inmobiliario Rural, si estuviese actualizado. Esto también es mucha plata para una Provincia cuyas escuelas no tienen calefacción, etcétera.

Escuché hablar de reducir el gasto público, pero no sé hasta dónde, porque hay una situación de crisis financiera del Estado para hacerse cargo de muchas cosas; es decir, en vez de reducir, tendríamos que aumentarlo de acuerdo a las necesidades existentes.

Soy conciente que la Provincia vive una situación muy grave; aunque esta política de aumento a los Ingresos Brutos la va a llevar adelante Buenos Aires, Santa Fe, y van a terminar aplicándose en todo el país, esto afirma la misma tendencia y a esta altura habría que razonar que si no da resultado es porque el país esta desde hace 25 años en una crisis profunda y cada vez más brutal.

Voy a decir algo que, seguramente, para algunos va a significar un problema ideológico, pero les pido que traten de verlo como algo práctico. Se habla de la coparticipación, pero todos saben que la Nación se apropia de beneficios –como el caso de las retenciones– para pagar la deuda externa. Ése es el objetivo, lo dijo en un discurso con toda claridad Kirchner, el aumento de la deuda es necesario cubrirlo con algo. Se tendrían que haber dado cuenta que pagar la deuda es algo utópico.

Hace 25 años que todos los gobiernos pagan la deuda externa, y no se termina porque es impagable, cada vez vale más y el país se desangra en función de ello; ya tuvimos blindaje y han caído gobiernos en función de este problema –empezando por la dictadura militar–, y todavía se sigue insistiendo en algo que no se puede realizar. Se pretende consumar un hecho que no tiene salida. En función de eso, estamos en la situación en la que nos encontramos. Entonces, sería bueno que la Legislatura se pronunciara sobre este problema, porque necesitamos una coparticipación sobre la base de que los fondos no sean utilizados para desangrar al país.

El otro aspecto es gravar las ganancias y no al consumidor.

Nada más”.