La resistencia a un acuerdo usurero
Entre gallos y medianoche (literal: se terminó de acordar a las 4:30 de la madrugada del jueves), la directiva del Suoem y la municipalidad de Córdoba llegaron a un acuerdo. Al mediodía siguiente, el secretario general del Suoem (Rubén Daniele), sin mostrar el acta del acuerdo, sometió su aprobación a una asamblea multitudinaria. En medio del repudio expreso de sectores enteros y el desconcierto de la gran mayoría, que (des)conocía los detalles del acuerdo solamente por los medios de comunicación. Los compañeros, que pretendían votar un paro de repudio a la represión del lunes y martes previos, se encontraron con la liquidación del conflicto (once trabajadores de las áreas operativas seguían presos -dos aún lo están- y los otros 22 habían sido liberados horas antes).
El intendente Giacomino salió rápidamente por los medios a celebrar el “fin del conflicto” que durante 43 días mantuvo prácticamente paralizada a la mayor parte del municipio.
Una entregada
El conflicto se había desatado a raíz de un decreto que eliminaba las horas extras y la prolongación de jornadas, con el fin de “ahorrar” entre 5 y 6 millones mensuales y reducir la incidencia de la masa salarial en las erogaciones del municipio a un 50%. En un artículo para La Voz del Interior, Giacomino justifica que estos recortes eran para hacer frente, entre otras, a una deuda de 90 millones con Roggio, que tenía la concesión del sistema de recolección de residuos.
El acuerdo con el sindicato “morigera” el recorte de adicionales, horas extras y la prolongación de jornadas, un “ahorro” de entre 3 y 4 millones. El gremio acepta el descuento de los días de conflicto (aunque en cuotas) y las sanciones disciplinarias a los 33 trabajadores detenidos luego de una fuerte represión frente al Palacio Municipal y de una cacería en el sector de El Alto (los sectores de obras).
Giacomino obtuvo, además, dos triunfos estratégicos. Por un lado, el reconocimiento de parte del gremio de que la masa salarial no debe alcanzar más del 60% de las erogaciones del municipio, sin importar si el presupuesto se agranda o achica. De este modo, coloca a más de 1.200 contratados y monotributistas prácticamente al borde del despido. Muchos de ellos corresponden al área de salud.
El otro punto concedido por Daniele es la descentralización del sector de obras (pasándolos a los CPCs), lo cual terceriza la obra pública y la pérdida del poder de policía del municipio, como hoy ya sucede con las obras del grupo de especuladores inmobiliarios Edisur.
Resistencia
El conflicto permitió destapar el total estado de derrumbe del municipio. Los secretarios de Salud y Educación renunciaron y denunciaron el vaciamiento de las áreas (los trabajadores del área de Especialidades Médicas denunciaron el abandono del área). El vaciamiento también es clave en las áreas operativas y de control.
Ahora, el acuerdo de Daniele y Giacomino necesita pasar la prueba de fuego de su implementación. En este cuadro, planteamos: libertad a todos los presos, ni un trabajador sancionado, aumento salarial y pago de las deudas salariales, defensa incondicional de los derechos de los trabajadores municipales, salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, ni un peso de descuento, rechazo a la descentralización del sector de obras, aumento del presupuesto de salud y educación, pase a planta de contratados y monotributistas, no al pago de la fraudulenta deuda con Roggio, impuestos a los negocios capitalistas (grandes extensiones, especuladores inmobiliarios, etc.).
No está todo dicho entre los municipales de Córdoba.
Eduardo Salas
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Giacomino, el descuartizador
¿Qué se esconde detrás del ataque del intendente de Córdoba, Daniel Giacomino a los trabajadores municipales? La especie de que estamos en presencia de un conflicto motivado por la elevada relación de los salarios con el presupuesto municipal, es simplemente una tontería. Giacomino pretende lotear la municipalidad a favor de los grupos capitalistas locales, y para ello necesita establecer una llamada "descentralización operativa"; o sea, la tercerización de servicios y el uso discrecional del presupuesto.
Los trabajadores de la Dirección de Obras Viales, uno de los sectores a descentralizar, han denunciado el deterioro absoluto de la flota de vehículos y maquinaria vial. Las obras viales para la infraestructura de los desarrollos inmobiliarios del Grupo Edisur, no cuentan con la inspección ni aprobación de esa dirección municipal. El Grupo Edisur es uno de los beneficiados por los convenios de concertación público-privada que autorizan a los especuladores inmobiliarios a violar los códigos de edificación, a cambio de que inviertan en obras de infraestructura que, por supuesto, nadie controla.
En octubre de 2008, Giacomino firmó con el Grupo Roggio un convenio extra judicial que cancela deudas de la empresa, Aguas Cordobesas, con el municipio por 12 millones de pesos, para compensar supuestas deudas municipales con otras empresas del mismo grupo, como Cliba y la constructora de Benito Roggio.
Es decir, Giacomino ha emprendido una cruzada contra los trabajadores para poner el presupuesto al servicio de los especuladores inmobiliarios, para el pago de deudas fraudulentas y para sostener a un puñado de capitalistas.
Manuel D'Alessandro