Reproducimos a continuación el artículo "Argentina, ¿como Grecia?", escrito por Eduardo Salas, dirigente del Partido Obrero de Córdoba, y publicado como nota de opinión por el diario "La Voz del Interior", en su edición del día jueves 4 de marzo de 2010.-
Crisis internacional
Argentina, ¿como Grecia?
Por Eduardo Salas
La pretensión del Gobierno nacional de considerar que la Argentina está blindada frente a la crisis mundial es desmentida por la realidad. Sólo el "Indek" de Guillermo Moreno puede presentar un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 0,5 por ciento en 2009, lo que de todos modos no deja de ser un derrumbe después de un crecimiento anual, hasta esa fecha, de siete por ciento, "el período más largo de progreso" en los 200 años de historia, según repiten los alcahuetes del matrimonio presidencial.
Según la mayoría de las estimaciones privadas, en 2009 el PIB cayó entre 2,5 y 3 por ciento y la formación bruta de capital, 13 por ciento. O sea que no se repuso el capital fijo que se amortizó en ese período y encima hubo una destrucción neta de tres por ciento.
En el crucial trimestre marzo-junio, que coincidió con el proceso electoral, el PIB cayó un 4,5 por ciento, lo cual alcanza para explicar la derrota del kirchnerismo en el territorio bonaerense a manos del ignoto Francisco de Narváez. La crisis produjo una fuga de capitales de 40 mil millones de dólares, casi la mitad en 2009. De este modo, consumió la totalidad del superávit comercial externo de la Argentina, lo cual significa la destrucción del 15 por ciento de la tasa de ahorro nacional en dos años; se trata de una confiscación económica sin precedentes.
El default de Grecia y el desbarranque de España y de Portugal han puesto en peligro el canje de deuda de Kirchner-Boudou. Algunos bancos asesores ya han puesto en duda la conveniencia de avanzar con la operación. En todo caso, será imposible conseguir nuevos créditos baratos, pues el "riesgo país" de 1.100 puntos básicos es casi tres veces superior al griego, de 450 puntos. Esa evolución también afectará el precio de las materias primas que exporta Argentina.
En una semana de febrero, hubo una huida de capitales de mil millones de dólares. Los capitales especulativos comienzan a abandonar la "periferia", en la búsqueda de plazas más seguras.
Entre la deuda, el déficit fiscal nacional y la quiebra de las finanzas provinciales, el rojo podría alcanzar los 50 mil millones de pesos, algo así como dos Fondos del Bicentenario. También la vía de un endeudamiento internacional de las provincias ha quedado clausurada a partir del default de Grecia.
El rescate K. La crisis fiscal y la decisión de todos (oposición y Gobierno) de pagar la deuda ha sumergido a la Argentina (!como en los últimos 40 años!) en una nueva crisis política. La capacidad de decisión del Ejecutivo ha quedado licuada, pero el Vicepresidente ni siquiera goza de la confianza del partido que alienta su candidatura. Las posibilidades de gobernar por decreto y por medio de vetos se licuan.
Los trabajadores tenemos que tomar conciencia de las condiciones sociales, económicas y políticas que vamos a atravesar. La bancarrota capitalista ya ha afectado duramente a la Argentina desde 2007 y ha obligado a los K a operaciones de rescate de los capitalistas (incluida la estatización de las AFJP) y a subsidiar salarios de empresas de todo tipo.
Ese rescate explica el crecimiento de la inflación, que subleva a la población, y la perspectiva de una nueva cesación de pagos. Es necesario que enfrentemos la bancarrota del capital y del régimen político con un programa para que la crisis la pague el capital y no la fuerza de trabajo; el desconocimiento de la deuda, la nacionalización sin pago de la banca y del comercio exterior para impedir la fuga de capitales y concentrar el ahorro en una reindustrialización bajo dirección obrera.
http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?Inicio=1&Pagina=1¬a_id=595351