19 de junio de 2010

Taiana: Una renuncia reveladora

Taiana se tuvo que ir por revelar, a destiempo, la maniobra que los Kirchner y Mujica urdieron contra la Asamblea de Gualeguaychú.

Según le informó el ex canciller al periodismo, el mentado “monitoreo” no sólo incluirá a Brasil, sino que afectaría a actividades industriales y agrícolas de los tres países que lanzan sus efluentes sobre el Río Uruguay. Aunque este monitoreo general sería necesario, viniendo de los Estados y gobiernos que protegen a los contaminadores tiene otro objetivo: es una maniobra para diluir la acción contaminante de Botnia y el consiguiente control específico a su planta, ello, en nombre de un difuso “monitoreo general”. Por otra parte, el organismo que debería llevarlo a cabo, el CARU, se encuentra paralizado desde hace años. No es difícil prever que la “propuesta” Mujica-Kirchner irá a parar al pantano de las dilaciones diplomáticas y la burocracia regional. Este engaño es lo que está atrás del “monitoreo” presentado a los asambleístas de Gualeguaychú como contrapartida del levantamiento del corte, junto a la criminalización de su protesta.

La crisis de la cancillería pone de manifiesto el compromiso de los Kirchner con Botnia y los monopolios contaminadores, a quienes el gobierno nacional protege incondicionalmente al interior del país.