19 de agosto de 2010

Fuera Giacomino y los negocios capitalistas de la ciudad de Córdoba

El intendente de la Ciudad de Córdoba, Daniel Giacomino, va de crisis en crisis. Al "soldado de Cristina" se le ha abierto un nuevo frente de tormenta, de la mano de un nuevo negociado orquestado por la camarilla K. Se trata de los destinos de los residuos sólidos urbanos (RSU), donde la gestión K de la ciudad de Córdoba intentó meter por la ventana a la empresa de capitales norteamericanos Innviron, con una licitación armada a medida. La empresa -que desembarcó en la provincia- de la mano de otro incondicional de los Kirchner, el intendente de Villa María, Accastello venía a instalar una planta de procesamiento de los RSU mediante combustión y la posterior generación, a partir de la gasificación, de energía eléctrica. Con una tecnología altamente contaminante, Innvirón pretendía llevarse 20 millones de dólares al año por el procesamiento de la basura y más de 200 millones por la venta de energía al Mercado Eléctrico Mayorista.

Ante la noticia de la instalación de la planta de Innviron, los vecinos de barrio Ituzaingó Anexo comenzaron un proceso de organización y de movilización que culminó con una contundente derrota del intendente, quien tuvo que anunciar que la planta no se instalaría en las proximidades de ese barrio, lo que dio inicio a numerosos conflictos en cada lugar donde la planta pretendía radicar su negocio. Los vecinos de Ituzaingó procesaron la experiencia de los vecinos de la zona sur de la ciudad de Córdoba, los que, pese a su movilización, no lograron evitar que la municipalidad les instalara en sus narices el enterramiento sanitario de toda la ciudad. Comprendieron que no existía negociación posible con el municipio: el "no" a la planta debía ser contundente e innegociable. Y así fue.

Un negociado escandaloso

En este trajinar de Innviron por un lugar donde instalar su planta contaminante, se destapó una olla más pestilente que la propia planta. Los antecedentes de operar tecnologías similares, presentados por Innviron en los pliegos de licitación, se revelaron falsos. Giacomino, que actuó en todo momento como un verdadero gerente de Innviron viaje a Estados Unidos incluido, terminó anulando la licitación.

Giacomino se prepara para volver a la carga con este negociado mediante un nuevo llamado a licitación, pero no ha podido detener su derrumbe, pese a contar con el sostén de la conducción, también K, del sindicato que nuclea a casi 10 mil trabajadores municipales y de un Concejo Deliberante, dividido en seis bloques y en donde nadie puede ostentar una mayoría.

La Intendencia de Giacomino se ha convertido en una agencia de negociados K, con la basura, con la Fetap, con los especuladores inmobiliarios. Estos negociados son completamente incompatibles con las necesidades de los vecinos de Córdoba capital. Es necesario poner en pie una alternativa política propia de los trabajadores para terminar con los negociados y con el derrumbe de la ciudad.

Manuel D'Alessandro