25 de noviembre de 2010

Paritarias 2011, salarios y mucho más.

El año pasado, las patronales se prepararon largamente para encorsetar a los trabajadores en topes de aumentos salariales que no pasaran del 20%. Lograron que el primer gran convenio, el de bancarios, apenas pasara de eso, pero luego la presión de abajo en los metalúrgicos y más tarde gran huelga de la alimentación, en Córdoba, hicieron estallar esas metas. Las paritarias, de manera muy desigual, llegaron al 35% y hasta más. Moyano firmó, desairado, un 26%, por detrás de otros gremios.

Cuando ya se empiezan a discutir los convenios 2011, la Presidenta se ha puesto al frente de una política de contención salarial y hasta de vaciamiento de las paritarias. Quiere hacer pagar a los trabajadores la inflación desbordada, que es la consecuencia del pago a los usureros con dinero del Banco Central y de los subsidios a diversas clases de capitalistas. El gobierno está aumentado las tarifas congeladas de transporte y energía, y pretende que esto no afecte el índice de precios ‘ajustando' salarios. Es lo que pidieron las patronales en la Conferencia de la Unión Industrial que tuvo lugar esta semana. En estas condiciones, la Presidenta ordenó postergar por tiempo indefinido el proyecto de reparto de ganancias, porque es inviable en un marco inflacionario y con paritarias en las gateras. Esta ‘concesión' no le ha alcanzado a Moyano para que se archiven los procesos en su contra por falsificación de medicamentos o, en todo caso, de sus recibos. En la Conferencia Industrial, el mandamás de Techint reclamó que no se toque la tercerización y advirtió que los salarios "no dan para más".

El "petit" pacto social del gobierno y las patronales con Pereyra, el burócrata de los petroleros, tiene, precisamente, esta arista central. Es un aval a la enorme tercerización en la actividad petrolera, algo fundamental ahora que Repsol quiere colocar un porcentaje mayor de sus acciones en las Bolsas de Nueva York y de Buenos Aires. Esto ocurre también cuando la lucha del ex ferrocarril Roca puso en marcha un movimiento nacional por el pase a los convenios correspondientes de todos los tercerizados.

Lo que los trabajadores piensan de las próximas paritarias ha quedado plasmado en el reclamo del sindicato del aceite: mínimo de cinco mil pesos. El kirchnerismo, durante estos siete años, ha disfrazado la prórroga de las cláusulas de flexibilidad laboral y precarización del menemismo como un ‘retorno' de las paritarias de convenios; lo mismo ha hecho con el ‘ajuste' de salarios que partían de la enorme desvalorización de 2002. Ahora no tolera ni eso porque ha importado una inflación en dólares, provocada por la enorme emisión de billetes verdes por parte de Estados Unidos, esto para contener el derrumbe de su deuda pública, que supera el ciento por ciento del PBI.

Empecemos a prepararnos para las paritarias de 2011 -en primer lugar por medio de reuniones de activistas que permitan acordar las reivindicaciones y la táctica a seguir. Porque el punto clave es imponer, primero, que los anteproyectos partan de la base, para que contemplen además de los salarios las condiciones de trabajo y las tercerizaciones. Una campaña que esclarezca estas reivindicaciones sería un puente perfecto para desarrollar otra reivindicación fundamental: que los paritarios sean elegidos en asambleas o en congresos de delegados de base. Si los paritarios obreros no son independientes del Estado, serán el gobierno y las patronales las que impondrán su política a través de la burocracia sindical.

La canasta familiar calculada por la universidad de Rosario, de 4.830 pesos en octubre, debe ser actualizada por inflación, lo cual plantea que los convenios establezcan la indexación automática de los salarios a los precios. Está planteado el reclamo del pase de todas las sumas en negro al básico, la revisión de adicionales de acuerdo al aumento del básico y, especialísimamente, el pase a planta de contratados y tercerizados.

Néstor Pitrola