Los gobiernos justicialistas municipales han anunciado alrededor de cien despidos de estatales en Villa Allende, y casi 150 en Río Ceballos.
En Río Ceballos, una asamblea de trabajadores decidió una huelga indefinida hasta la reincorporación de todos. Por más que el gremio intentó separar entre los de planta permanente, los contratados y los subsidiados, los trabajadores defendieron el método de la asamblea única y votaron una comisión negociadora de delegados de la asamblea y representantes gremiales. También se resolvió que las propuestas del ejecutivo municipal serán evaluadas sólo por la asamblea general.
En Villa Allende, una asamblea del gremio, conducido por la lista de activistas, resolvió la ocupación del edificio municipal, que fue masiva y obligó al municipio a dar marcha atrás con los despidos.
En Río Ceballos, sin canales de negociación, la asamblea resolvió que los trabajadores se presentarán a sus lugares de trabajo; en caso de que no se les permita el ingreso, inmediatamente se continuará con el paro y corte de calle. Se discutió cortar las rutas de ingreso a la ciudad, así como la toma del edificio municipal.
En el último tiempo, la lucha de los trabajadores de los municipios, con ocupaciones de edificios públicos, cortes de calles y asambleas, se hizo sentir en las localidades de Capilla del Monte, Jesús María y Salsipuedes.
Es para destacar el señalamiento generalizado entre los trabajadores en Río Ceballos: "Nosotros no somos los culpables de la crisis del municipio, ¿por qué tenemos que pagarla con nuestros empleos?".
Adrián Flores