14 de febrero de 2009

METALMECANICOS: La crisis la están pagando los trabajadores

Que Smata convoque a Asamblea General

La patronal automotriz (Adefa) anunció una caída de la producción en enero del 54,6% en relación con igual mes del año pasado, y un 30% menos que en diciembre, cuando la producción ya había caído casi un 40% con respecto a noviembre" (Clarín, 5/2).

Este retroceso de la producción prueba el fracaso del plan oficial para la industria automotriz: las ventas respecto del mismo mes del año pasado cayeron un 38,5%, y un 6% respecto a diciembre. Las exportaciones cayeron un 60%. Los concesionarios reconocen una caída de las ventas. El plan oficial es bien aceptado por los bancos, que reciben el flujo de fondos, y por el sector comercial, pero no por los fabricantes. Juan Cantarella, de Afac (autopartistas), advirtió que "en la industria no va a tener mayor impacto porque sólo uno de cada cinco vehículos que se venda a través de este programa será de origen nacional. El 80% de los autos económicos que hay en el mercado es brasileño" (La Voz del Interior, 9/2). La producción de acero (clave para la fabricación de automóviles) cayó un 60%.

La caída más fuerte de la producción está en el rubro camiones (Iveco, Scania), lo que es una indicación de la retracción de la economía de conjunto.

Despidos y suspensiones

En una nota sobre Córdoba, Clarín (8/2) informa que hay 1.100 despidos y 6.500 suspensiones en la industria metalmecánica. La cifra surge de un recuento de las denuncias de los gremios y los informes parciales de fábricas, por eso es menor a la real. Muchas de las suspensiones se han convertido en despidos como resultado de las presiones de las patronales (o consultoras en el caso de los eventuales) para que los trabajadores se desvinculen "voluntariamente". Segundo, no existe una información completa sobre la repercusión en las autopartistas (sólo el caso de Gestamp, que es la más grande) que en diciembre ya se habían desprendido del ¡57%! del personal.

A los despidos hay que sumar que una parte importante de los suspendidos (los contratados de Gestamp, Iveco y VW) nucleados en el Smata, reciben entre el 50 y el 60% de los salarios en actividad. Los efectivos reciben entre el 70 y el 75%.

En el caso de las autopartistas nucleadas en la UOM los montos son todavía inferiores; algunos llegan al 45% y en otros hay pago en "especias" (bolsones alimentarios).

Hay que considerar que una parte importante de lo que reciben los suspendidos es aportado por los estados nacional y provincial, es decir, que se descuenta de la salud, la educación y las obras públicas.

Schiaretti y Juez

La crisis de la industria metalmecánica, que supera el ámbito de los trabajadores del sector.

Schiaretti abrió el 1º de febrero las sesiones de la legislatura provincial pero no tuvo ni una sola palabra frente a la crisis. El gobierno colabora calladamente con la política de suspensiones y aporta los fondos públicos para el bolsillo de las empresas.

Juez no ha tenido tampoco, a lo largo de estos meses, una sola palabra sobre esta situación. Juez no habla pero Bischoff, el gerente de Fiat convertido en legislador por Juez, defiende los subsidios a los industreiales, que desangran el presupuesto provincial.

Que la crisis la paguen los capitalistas

Mediante la manipulación y la división, la burocracia del Smata ha ido imponiendo los acuerdos de reducción "paulatina" del personal vía las suspensiones.

Los trabajadores de Iveco, en una asamblea autoconvocada, han reclamado una asamblea general del Smata.

* Prohibición de despidos y suspensiones.
* Reparto de las horas de trabajo sin afectar los salarios.
* Apertura de los libros de las empresas y control obrero de las mismas.
* Nacionalización de las empresas que despidan o suspendan.
* Exigencia a las centrales obreras (CGTs y CTA) y a los sindicatos de la convocatoria a un congreso de trabajadores electos por asamblea para resolver un plan contra la crisis capitalista.

Eduardo Salas